Comentario del libro «Los mexicanos pintados por sí mismos»

 2020-10-02, Última actualización 2020-10-17 -  Álef Cero -  ~4 Minutos

Estamos en el año 2020, y muchos de los oficios y profesiones a las que se dedican las personas, los mexicanos en particular, son conocidas por la mayoría, es decir, tenemos un conocimiento general en nuestra cultura acerca de en qué trabajan los integrantes de nuestra sociedad.

Sin embargo, ¿te has preguntado cuáles eran los oficios típicos, comunes, en la sociedad mexicana hace 200 años? Si un hombre te dijera que es un vendutero, ¿le entenderías? O si una mujer afirmara que es chiera, ¿sabrías lo que hace? ¿Qué tal una estanquillera, o un cajista?

Portada del libro «Los mexicanos pintados por sí mismos».

Los mexicanos pintados por sí mismos

Portada del libro «Los mexicanos pintados por sí mismos».

Definitivamente, el mexicano de hoy día, y en particular en lo que trabaja, es muy diferente al mexicano de hace 200 años. Y este tema, la ejemplificación de oficios, es lo que abarca el libro «Los mexicanos pintados por sí mismos», de los autores Hilarión Frías y Soto, José María Rivera, Juan de Dios Arias, Ignacio Ramírez, Pantaleón Tovar, y Niceto de Zamacois.

Este libro, publicado por primera vez en 1854, es un conjunto de artículos que describen algunos de los oficios que existían y se desarrollaban en el México recién independizado. El surgimiento de este libro fue inspirado por obras con temática similar pero de otros países. Por ejemplo, en 1838 se publicó un libro en la Gran Bretaña donde se describen así mismos, luego algo similar en Francia en 1839, y también en España en 1842. Así fue como surgió la concepción de este libro: una manera de generar una identidad para los mexicanos independientes.

Como decía, esta obra es una recopilación de artículos donde se describen «tipos» tales como: el aguador, la chiera, el pulquero, el barbero, el cochero, el cómico de la legua, la costurera, el cajero, el evangelista, el sereno, el alacenero, la china, la recamarera, el músico de cuerda, el poetastro, el vendutero, la coqueta, el abogado, el arriero, el jugador de ajedrez, el cajista, la estanquillera, el escribiente, el ranchero, el maestro de escuela, la casera, el criado, el mercero, la partera, el ministro, el cargador, el tocinero, el ministro ejecutor, y la lavandera.

Los artículos que componen el libro no son una simple descripción de estos oficios, o «tipos» de mexicanos. Aunque la estructura de los artículos no son iguales, es común encontrarse historias, ficticias o no, donde se involucra al «tipo» del que se habla, a veces de manera chusca, a veces a manera de sátira, o a veces a manera de cizaña. Por ejemplificar tan sólo dos de los capítulos, hablaré de «la estanquillera»y de «el pulquero».

Para empezar, no tenía ni idea de a qué, o quién, se refería con “la estanquillera”. Resulta que así es como se le denominaba a este «tipo» de mexicano, a la persona, que vende en una tienda pequeña de artículos variados. Sobre todo, era común que se refiriera a una vendedora de puros y cigarros en un establecimiento. Ahora bien, según el autor, debía ser una «mujer joven y decente», y que «con su hermosura aumentara el número de los marchantes». Incluso se le compara con «una planta cubierta de flores que, cuando se le arranca de su terreno, se le descubren raíces descoloridas y barrosas». Toda esta información se da dentro de una historia donde se cuenta como es un día en este oficio, y el porqué el personaje terminó como estanquillera, y el tipo de relaciones que puede, o no, generar con la clientela.

El segundo ejemplo sería el de «el pulquero», oficio relacionado con el transporte, cuidado, y venta del pulque. En este caso, el artículo habla acerca de las características que muestran los que se dedican a este oficio. Pero también narra sobre las formas, no muy éticas, que utilizan para mejorar sus ganancias. Lo cual hace pensar que las cosas no han cambiando en nuestro querido México, y eso que se habla de un pasado de un par de siglos. Aunque seguramente también será algo típico en otros países. ¿O no?

En fin, para no revelar todos los detalles del libro, y no dar pie a continuar divagando en exceso, no mencionaré más ejemplos.

Pero les recomiendo su lectura ya que aprenderán mucho sobre la visión o la estructura social que se tenía en nuestro país hace 200 años, y podrán apreciarla desde una perspectiva fresca, poco formal, divertida, y recordando refranes populares.

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Calificación

En la escala Álef Cero, se lleva 8 de 10 puntos.

Referencia

Los mexicanos pintados por sí mismos, libro de Hilarió Frías y Soto, José María Rivera, Juan de Dios Arias, Ignacio Ramírez, Pantaleón Tovar y Niceto de Zamacois, de Editorial Porrúa, colección Sepan Cuantos #744, ISBN: 978-607-09-2178-0.